Qué son las DNS y para que sirven

Supongamos que estás pensando registrar un dominio web y mientras buscas información para hacerlo te topas con las siglas DNS. Posiblemente viste una página registradora de dominios que promete ayudarte a configurarlo o te encontraste con otra donde debes hacerlo de forma manual.

A estas alturas ya te estarás imaginando que esas siglas representan algo importante en el tema del dominio de una página web. Pero ¿qué es el DNS?, ¿para qué sirve?, ¿cómo funciona? Las respuestas te las dejamos a continuación.

Que es una DNS

Qué es el DNS

Todo sitio web para estar en línea necesita una dirección IP, es decir, un código numérico único que la identifique. Las direcciones IP están compuestas por cuatro grupos de números que van desde el 0 hasta el 255 y que están separados por puntos. Por ejemplo, 192.12.5.0.

Con la IP el sitio se aloja en un servidor, sin embargo, para la mayoría de las personas, recordar direcciones de este tipo es complicado y por esa razón se crearon los dominios web, que sencillamente traducen a lenguaje entendible para el humano, las IP.

Sin embargo, esto crea un problema; los navegadores web no entienden palabras, sino números, de ahí que cuando ingresamos una dirección debe traducirse a algo que entienda el servidor. Es aquí donde entra en juego el DNS.

El sistema de nombres de dominio (Domain Name System, DNS) es una tecnología que usa bases de datos y que se encarga de traducir los nombres de dominios a direcciones IP para poder encontrar la página a la que correspondan y mostrarla al usuario.

Pero también es cierto, que el DNS funciona a la inversa, es decir, traduce las complicadas direcciones a IP a nombres de dominio fáciles de recordar.

Cómo funciona el DNS

El funcionamiento de los DNS comienza cuando una persona escribe en la barra de direcciones de su navegador favorito el dominio de alguna página.

A partir de ese momento, el navegador realiza una petición al servidor DNS para que busque la IP correspondiente al dominio ingresado.

Una vez que se encuentra, se envía al navegador para que muestre al visitante el contenido de la página.

Todo este proceso es obviamente automatizado, dura unos pocos microsegundos. No hay ninguna persona buscando manualmente en un libro a que IP corresponde determinado dominio, más bien se trata de una base de datos que responde de forma inmediata a la petición.

Y si antes has visitado el sitio web al que quieras ingresar, será mucho más rápido, porque en la memoria caché de tu navegador quedó una copia del mismo así que no hay que realizar todo el ciclo que te acabamos de describir.

Quizás te preguntes ¿cómo es posible que el DNS funcione? Pues, cuando registraste tu dominio, la empresa con la que hiciste contrato, o tú mismo, configuraron los DNS de tal manera que pudieran reconocer a tu página web.

Cada proveedor tiene sus propios DNS, por lo tanto, la búsqueda de la IP a la que corresponde el dominio no se hace en todo Internet sino en la base de datos de la empresa donde se hizo el registro de la dirección.

Partes del DNS

Para que el DNS funcione se necesitan tres elementos: el cliente, el servidor y las zonas de autoridad.

  • Cliente DNS: No es más que el usuario que quiere ingresar  a una página web, es decir, el que realiza la petición de nombres.
  • Servidor DNS: La petición que se realice debe llegar a alguna parte y ser respondida por alguien. Ese alguien es el servidor DNS
  • Zonas de Autoridad: Es uno o más servidores que tienen la función de resolver grupos de dominios, por ejemplo, .com, .net., .org, u otros.

Archivos de zona

Podemos pensar en los archivos de zona como un formulario en el que se ingresa información sobre el dominio.

Más concretamente es un fichero de texto que se almacena en el servidor y donde se encuentra la configuración del DNS de determinado dominio.

Toda la información incluida en los archivos de zona está organizada en registros para facilitar su comprensión por parte del servidor DNS.

Registros

Los registros más importantes dentro de un archivo de zona son los de tipo A, CNAME, MX y TXT. Veamos a continuación qué hace cada uno.

  • Tipo A: Este registro es el encargado de traducir el nombre de dominio a una dirección IP. Todo dominio cuenta con un registro principal llamado @ que define el comportamiento de la dirección cuando un usuario accede a ella directamente desde el navegador. 
  • Tipo CNAME: Su función es apuntar los subdominios que hayas creado a  otro dominio o a otro servidor. Por ejemplo si tienes el subdominio www.soloesunejemplo.com y quieres que cuando el usuario lo ingrese en el navegador vaya a soloesunejemplo.com, tan solo tienes que configurar esta última dirección como CNAME.
  • Tipo MX: Son registros asociados al correo, es decir, apuntan el nombre de dominio a un proveedor de correo electrónico.
  • Tipo TXT: Escribir algún dato en este registro es opcional. Se trata de un campo en el que se puede incluir alguna información relacionada con el dominio pero no imprescindible para que este funcione.

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